ABDALA AL OMARI
Abdalá Al Omari ha trabajado, incansable, desde su estudio de Bruselas(Bélgica), a salvo. Han sido 19 meses de labor los que este artista sirio, refugiado, ha dedicado a plasmar en sus lienzos la idea que le movía: la de retratar a los principales líderes mundiales como escapados, como exiliados, personas desplazadas o marginadas por la sociedad, como él mismo hasta que encontró acomodo, como los cinco millones de ciudadanos de su país que han escapado a los seis años de guerra. Ahora muestra el resultado de su empeño en una galería de Dubái (Emiratos Árabes Unidos), con una excelente acogida en las redes sociales, especialmente en el mundo árabe.
Su serie, titulada The Vulnerability Series (Las series de la vulnerabilidad), se acuerda de los poderosos de su país y de los de fuera, pero que igualmente tienen mucho que decir en el devenir de su contienda y en los flujos de refugiados del mundo. Así, se puede ver al presidente sirio Bashar el Assad pintado como un ejecutivo que ha perdido el trabajo y el norte -con un barco de papel en la cabeza, la locura-, mientras que el presidente estadounidense Donald Trump lleva a una niña a cuestas, más una mochila con lo poco que le queda, y muestra una foto de su familia al completo, puede que la única que le queda, una estampa propia de cualquier refugiado. Vladimir Putin, el mandatario ruso, se transforma gracias a Al Omari en un mendigo, con un cartel que reza: "Help me rule the world. God bless you" ("Ayúdenme a gobernar el mundo. Dios les bendiga").