TAMARA DE LEMPICKA
- jesus Cañamaque
- 22 feb 2019
- 1 Min. de lectura
Ambigua, obsesiva, bisexual, noctámbula feroz e irresistible icono pop, la pintora ruso-polaca es objeto de una gran exposición en Madrid que incluye su retrato perdido de Alfonso XIII
Amiga —cuando no amante— de reyes exiliados y aristócratas de alta y baja estofa, perpetradora de fiestas y orgías, cocainómana y cazadora nocturna en busca de marineros que llevarse a casa, fiera bisexual, trabajadora impenitente, amante y militante del lujo y la decadencia burgueses, inspiración de modistas y diseñadores, icono pop e influencer adelantada a su tiempo, todo en la vida de Tamara de Lempicka resulta excesivo. Empezando por el propio personaje, que sin duda aplastó a la artista. “El personaje mató a la artista, más bien”, asegura Gioia Mori, profesora de arte medieval y moderno en la Academia de Bellas Artes de Roma y comisaria de la exposición Tamara de Lempicka, reina del art déco, que abrirá sus puertas el próximo viernes en el Palacio de Gaviria de Madrid. (www.tamaradelempicka.es)
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